domingo, 31 de mayo de 2015

Pesadilla

Me acabo de despertar ahora mismo aunque no os lo creáis. Me he acostado relativamente pronto para las hiras a las que suelo venir a la cama (hoy ha sido alrededor de las 12 cuando siempre suelo acostarme sobre las 2-3 de la madrugada). Lo también gracioso es que me he dormido pronto para las horas a las que me suelo quedar dormido (me he dormido a las 12:39 aprox. cuando suelo hacerlo a las 6 de la mañana), y yo pensando que iba a dormir del tirón toda la noche me he despertado sobresaltado: he vuelto a soñar con ella.

La verdad es que ella aparece en todos los sueños que consigo recordar cuando despierto; pero este es diferente. En los demás sueño a pesar de alguna que otra putadilla que me hace siempre es bueno el sueño. Pero este no. Os lo cuento para que lo entendáis.

Todo empieza remontándome hace unos 4 años más o menos, cuando mi mejor amiga aún seguía viva (ya os hable de Almudena en otra entrada anterior) y todo era como siempre: nuestras conversaciones con un cigarro en una mano y una cerveza bien fría en la otra, los dos sentados en el jardín del chalet de sus padres hablando de nuestros lios de hospitales y amoríos. Ella me contó que a pesar de estar calva por culpa de la quimio estaba conociendo a un chico muy cariñoso que alguna que otra vez iba a verla cuando estaba ingresada para su ciclo de veneno (así llamaba ella a la quimio que le daban). Me contaba que era suoer atento y que no entendía como podía fijarse en ella cuando ni ella misma tenía fuerzas para verse guapa. Me enseño fotos y estaba preocupada porque sabía que antes o después iba a faltar y no quería hacerle daño al chico, a lo que yo le respondí que no le haría daño y que él sabía lo que podía pasar si seguía viéndola y quedando con ella cuando pudiera.

Después un rato riendo por una chirraba de Almu había dicho me preguntó que tal me iba a mi con mis lios amorosos. La verdad es que siempre estaba hablando con chicas pero nunca le contaba nada de ninguna en particular, pero decidí contarle cosas sobre ella. Le dije que sabía todos mis problemas de salud y que no le importaba, que no me había dado de lado como el resto de chicas que había conocido antes y que al enterarse de mis problemas de salud habían salido corriendi y no había vuelto a saber de ellas; le conté que además de eso me veía guapo y que bueno, aunque viviera fuera de Madrid tenía pensado ir a verla en cuanto tuviera dinero suficiente para pagar el viaje en tren, un fin de semana en un hostal y mis caprichos y una cena con ella. Al decirle eso se fue a la habitación y volvió con un sobre. Le pregunté que era lo que me traía y me felicitó mi cumpleaños. La verdad es que mi cumpleaños había pasado hace ya meses y no me había regalado nada, pero no esperaba que lo hiciera porque justo el día de mi cunpleaños la estaban operando. Al abrir el sobre vi que lo que había dentro era dinero: unos 600€ más o menos. La miré con cara de asombro y me dijo que quería que compartiera su regalo de cumpleaños con esa chica tan especial que le había contado. Cuando me dijo eso, le di tal abrazo que le hice hasta daño en la cicatriz de la operación y nos pusimos a mirar billetes. En vez de ir en un tren normal saqué billetes de ida y vuelta en A.V.E., en vez de alquilar una habitación en un hostal alquilé una habitación en un hotel de 4 estrellas y en vez de invitarla a cenar a un restaurante cutrecillo habia reservado en un restaurante bastante caro.

Antes de irme le volví a dar las gracias a Almu y me fui caminando a mi casa más contento de lo que nunca había estado.

De pronto me llama Almu al móvil. Me dice que vaya a su casa que una loca había entrado y que la estaba amenazando con un cuchillo y que esta chica quería verme. Corriendo llegue a casa y mi sorpresa cual fue: ella era la que estaba con Almu, agarrandola del pijama con el cuchillo en el cuello. No podía entender nada... la chica que me gustaba estaba amenazando a mi mejor amiga y yo ahí delante viendolo sin poder hacer nada. Empece a hablar con ella para ver que le pasaba pero me miraba con cara sádica,  como queriéndome decir que cualquier cosa que le dijera le iba a dar igual, hasta que me sonrió. No era una sonrisa de cariño, era más bien una sonrisa de "te voy a joder la vida y no lo vas a poder impedir". Despúes de eso empezó a cortarle el cuello a Almu y es lo último que recuerdo porque me he despertado.

Se que es solo un sueño y que es imposible que esto llegue a pasar, pero era tan jodidamente real que ahora no puedo pegar ojo. Cada vez que intento dormir me viene a la cabeza la imagen de ella cortandole el cuello a Almu y la cara de ocio hacía mi.

Hoy toca noche de insomnio por su culpa, aunque esta no es por algo bueno

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